Hace ya muchos años asistí a una fiesta en casa de unos parientes y a esa misma fiesta asistió un primo más o menos de mi edad muy caliente como yo, el caso es que al acabar la fiesta (eso fue en un pueblito de provincia) llego la hora de dormir y había pocos lugares para ello, nuestros parientes comunes y a la vez anfitriones nos acomodaron en una recamara en una especie de pequeño departamento al fondo del patio de la casa, ahí había solamente una cama amplia, pero solamente una, pues ni modo me toco compartirla con mi primo, al inicio cada cual se acostó en un extremo de la cama, pero como Pročitajte više